Una casa que surge de la colaboración entre Iredale Pedersen Hook Architects y Caroline Di Costa el proyecto era crear un lugar que recordara el pasado con elementos que dejen intrigados a sus habitantes, simplemente artículos que no se utilizan en las casas modernas.
Otra cualidad que la entrada da directamente a la calle algo que no se practica mucho en las casas modernas en su afán de ser mas privadas y reenfoca de nuevo el sentido de comunión.
Ellos definen la vivienda como un lugar de celebración constante en donde la familia explora espacios de interacción frecuente, ideal para una familia con niños pequeños.
Parece de repente como si fuese una pequeña ciudad y tal vez sea eso lo que hace pensar acerca de sus cualidades de inducir a la socialización continua.
Hablando un poco del aspecto de la vivienda es una casa con bastante filtración de luz es bien iluminada, con interiores como los de la cocina que utilizan colores sobrios y elegantes, constrastando fuertemente con la sala de lectura la que se muestra vibrante con tonos naranja amaderados y se muestra como un ámplio salón lleno de experiencia, es un trabajo mas que profesional.
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